CONVIVENCIA DE LOS GRUPOS DE PASTORAL
PARROQUIA "SAN MARTÍN DE O GROVE"
CONVIVENCIA DE LOS GRUPOS DE PASTORAL
El día 17 de mayo, los grupos de pastoral de la parroquia San Martín de O Grove, tuvimos convivencia anual en el monasterio benedictino San Pelayo de Antealtares, en Santiago de Compostela.
Partiendo del contexto del “Plan Pastoral Diocesano 2017-2020” que este año está dedicado al Ministerio de la Santificación (la liturgia), cuyo lema es: “Sentado a la mesa con ellos” (Lc 24,30), Sor Almudena Vilariño Periáñez nos dirigió la charla-coloquio cuyo tema central la “La vivencia de la fe” nos hizo meditar y profundizar en la importancia que tiene celebrar lo que Dios ha dispuesto para nuestra salvación: la Palabra y los sacramentos, entre los que sobresale la Eucaristía. Nos habló de la Liturgia de las Horas, la oración pública y comunitaria de la Iglesia, recordándonos que todos estamos llamados a la santidad y al servicio mutuo para el crecimiento del Cuerpo Místico de Cristo.
Después de la comida en la “Hospedería San Martín Pinario”, compartimos con la comunidad benedictina el rezo de la Hora Nona y el rosario. Luego, nos obsequiaron con una visita guíada por el monasterio: su historia, el retablo y el museo, que contiene una pieza especial, el primitivo altar del Apóstol Santiago. En la sección de imaginería destaca un Cristo crucificado del Románico. Al finalizar la visita, muy generosamente nos invitaron a un café con pastas elaboradas artesanalmente por las monjas.
Esta convivencia quedaría vacía si no hubiese algo más, si no intentásemos crear poco a poco una auténtica comunión. Se trata de establecer puentes entre todas las realidades donde se manifiesta la vida cristiana y partimos del presupuesto de que Cristo es la Piedra Angular, que nos va a sostener y la piedra que nos une. El resto de piedras tienen que ir ayudando a acercarnos de parte y parte. La comunidad parroquial tiene también la responsabilidad de ser testigo atrayente para aquellos que se acercan. Compartir nuestro tiempo y nuestras vidas con alegría, tiene que hacerles exclamar en el corazón: ¡Que bien se está aquí!.
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