San Martín

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SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS (1 de noviembre de 2020)

 


PARROQUIA "SAN MARTÍN DE O GROVE"

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».


REFLEXIÓN - LA FELICIDAD DE JESÚS

No es difícil dibujar el perfil de una persona feliz en la sociedad que conoció Jesús. Se trataría de un varón adulto y de buena salud, casado con una mujer honesta y fecunda, con hijos varones y unas tierras ricas, observante de la religión y respetado en su pueblo ¿Qué más se podía pedir?

Ciertamente no era este el ideal que animaba a Jesús. Sin esposa ni hijos, sin tierras ni bienes, recorriendo Galilea como un vagabundo, su vida no respondía a ningún tipo de felicidad convencional. Su manera de vivir era provocativa. Si era feliz, lo era de manera contracultural, a contrapelo de lo establecido.

En realidad, no pensaba mucho en su felicidad. Su vida giraba más bien en torno a un proyecto que le entusiasmaba y le hacía vivir intensamente. Lo llamaba «reino de Dios». Al parecer, era feliz cuando podía hacer felices a otros. Se sentía bien devolviendo a la gente la salud y la dignidad que se les había arrebatado injustamente.

No buscaba su propio interés. Vivía creando nuevas condiciones de felicidad para todos. No sabía ser feliz sin incluir a los otros. A todos proponía criterios nuevos, más libres y radicales, para hacer un mundo más digno y dichoso.

Creía en un «Dios feliz», el Dios creador que mira a todas sus criaturas con amor entrañable, el Dios amigo de la vida y no de la muerte, más atento al sufrimiento de las gentes que a sus pecados.

Desde la fe en ese Dios rompía los esquemas religiosos y sociales. No predicaba: «Felices los justos y piadosos, porque recibirán el premio de Dios». No decía: «Felices los ricos y poderosos, porque cuentan con su bendición». Su grito era desconcertante para todos: «Felices los pobres, porque Dios será su felicidad».

La invitación de Jesús viene a decir así: «No busquéis la felicidad en la satisfacción de vuestros intereses ni en la práctica interesada de vuestra religión. Sed felices trabajando de manera fiel y paciente por un mundo más feliz para todos».

Evangelio Comentado por: José Antonio Pagola - Mt (5,1-12)


MONICIONES        (Todos los Santos)

Inicial.                                               

Celebramos hoy la Eucaristía en la Solemnidad de Todos los Santos. No es día de tristezas, ni de muerte.  Es día de alegría y esperanza. Es día de vida y vida en plenitud, porque nos alegramos con todos los que ya gozan de la presencia de Dios.

Hoy, además de celebrar a todos los santos conocidos, honramos de forma especial a la multitud de santos anónimos, algunos quizás de nuestra propia familia o amigos, que han vivido las bienaventuranzas, gozan ya de la presencia de Dios y son un estímulo para nosotros.

Primera Lectura.

La visión que narra el Apocalipsis es el ideal cristiano.  Un mundo sin fronteras, ni divisiones, donde todos somos hermanos, hijos de Dios al que alaban y que se sienten redimidos por Cristo.

Segunda Lectura.

San Juan nos recuerda en su carta que, somos hijos de Dios y estamos llamados a ser como él, si seguimos el modelo que Jesús nos dejó.

Evangelio.

Escuchamos en el Evangelio el programa de vida para el cristiano: las bienaventuranzas.  El Evangelio es Buena Noticia y luz para el que padece estas situaciones y estímulo para el cristiano para superarlas.

Puestos de pie cantamos aleluya. 

PETICIONES         (Todos los Santos)                                                          

  • Por la Iglesia, para que viviendo el espíritu de las bienaventuranzas, sea ante el mundo imagen de la nueva humanidad.  ROGUEMOS AL SEÑOR.

  • Por los gobernantes de pueblos y naciones y los que tienen cargos de responsabilidad, para que trabajen con honradez y que sus decisiones lleven a la superación de los muchos problemas que hoy tiene el mundo. ROGUEMOS AL SEÑOR.

  • Por todos los que sufren por cualquier causa, para que puedan descubrir en sus vidas la fuerza salvadora de Dios y el amor de los que les rodean.  ROGUEMOS AL SEÑOR.

  • Por todos los difuntos y de forma especial por nuestros familiares y amigos, para que gocen ya de la plenitud de la vida junto a Dios.  ROGUEMOS AL SEÑOR.

  • Por todos nosotros, para que la participación de la Eucaristía y el ejemplo de los santos, nos ayuden a superar las dificultades de cada día y nos estimulen a vivir en el servicio y la disponibilidad.  ROGUEMOS AL SEÑOR.