Evangelio - Reflexión - Moniciones - VII Domingo de Pascua - Solemnidad de la Ascensión del Señor
PARROQUIA "SAN MARTÍN DE O GROVE"
Evangelio del día
Conclusión del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos»
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos»
REFLEXIÓN - SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR - ABRIR EL HORIZONTE
Ocupados solo en el logro inmediato de un mayor bienestar y atraídos por pequeñas aspiraciones y esperanzas, corremos el riesgo de empobrecer el horizonte de nuestra existencia perdiendo el anhelo de eternidad. ¿Es un progreso? ¿Es un error? Hay dos hechos que no es difícil comprobar en este nuevo milenio en el que vivimos desde hace unos años. Por una parte, está creciendo en la sociedad humana la expectativa y el deseo de un mundo mejor. No nos contentamos con cualquier cosa: necesitamos progresar hacia un mundo más digno, más humano y dichoso. Por otra parte, está creciendo el desencanto, el escepticismo y la incertidumbre ante el futuro. Hay tanto sufrimiento absurdo en la vida de las personas y de los pueblos, tantos conflictos envenenados, tales abusos contra el Planeta, que no es fácil mantener la fe en el ser humano. Sin embargo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología esta logrando resolver muchos males y sufrimientos. En el futuro se lograrán, sin duda, éxitos todavía más espectaculares. Aún no somos capaces de intuir la capacidad que se encierra en el ser humano para desarrollar un bienestar físico, psíquico y social. Pero no sería honesto olvidar que este desarrollo prodigioso nos va “salvando” solo de algunos males y de manera limitada. Ahora precisamente que disfrutamos cada vez más del progreso humano, empezamos a percibir mejor que el ser humano no puede darse a sí mismo todo lo que anhela y busca. ¿Quién nos salvará del envejecimiento, de la muerte inevitable o del poder extraño del mal? No nos ha de sorprender que muchos comiencen a sentir la necesidad de algo que no es ni técnica ni ciencia ni doctrina ideológica. El ser humano se resiste a vivir encerrado para siempre en esta condición caduca y mortal. Sin embargo, no pocos cristianos viven hoy mirando exclusivamente a la tierra, Al parecer, no nos atrevemos a levantar la mirada más allá de lo inmediato de cada día. En esta fiesta cristiana de la Ascensión del Señor quiero recordar unas palabras del aquél gran científico y místico que fue Theilhard de Chardin: “Cristianos, a solo veinte siglos de la Ascensión, ¿qué habéis hecho de la esperanza cristiana?”. En medio de interrogantes e incertidumbres, los seguidores de Jesús seguimos caminando por la vida, trabajados por una confianza y una convicción. Cuando parece que la vida se cierra o se extingue, Dios permanece. El misterio último de la realidad es un misterio de Bondad y de Amor. Dios es una Puerta abierta a la vida que nadie puede cerrar.
José A. Pagola
MONICIÓN DE ENTRADA
Celebramos la fiesta de la Ascensión del Señor a los cielos. Jesús a la hora de partir nos deja la mejor síntesis de su paso por este mundo:
· Su Pasión y Muerte después de una vida entregada al Reino de Dios.
· Su Gloriosa Resurrección, con la victoria sobre el pecado y la muerte.
· El anuncio del Kerigma, de la Buena Nueva, para la conversión de los pecados de toda humanidad.
· Y la promesa del Espíritu Santo , la fuerza de lo alto prometida por el Padre.
La Ascensión es adelanto de lo que nos aguarda a sus discípulos. El Señor Jesús se ha ido a prepararnos las moradas que nos ofreció.
El tiempo pascual va terminando y se acerca la venida del Espíritu Santo, “Pentecostés”, que celebraremos el domingo que viene.
La Iglesia celebra también hoy, la “Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales”.
Todos hemos de orar para que que las nuevas tecnologías transmitan la Palabra de Dios, y que este nuevo camino de evangelización dé los mejores frutos posibles.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
Al ascender a los cielos, Jesús confía su misión a los apóstoles: “Id y haced discípulos a todos los pueblos”. El Espíritu Santo les dará la fuerza para dar testimonio del Señor ante todo el mundo.Hoy en la Iglesia, en nuestra comunidad, en nuestro corazón, seguimos necesitando la presencia del Espíritu que nos ilumine para comprender cuál es la esperanza a la que nos llama Jesús y la grandeza de la misión de ser testigos del amor de Dios.
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